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Las emociones en la Neurociencia Afectiva y en la Psicología Budista

Sobre la autora

Melisa Biondi Vázquez (Tenzin Phurdrön), nacida en Buenos Aires, Argentina, es Psicóloga Clínica con Posgrado en Psicología Transpersonal. Reside en India desde 2015, donde se dedica al estudio de la Psicología y la Filosofía Budistas en la Tradición Tibetana.
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Su Santidad el Dalai Lama y Francisco Varela, neurocientífico, filósofo, co-fundador del Mind and Life Institute en una de las primeras conferencias Mind and Life en Dharamsala, década de los ’80. Crédito de la foto: Adam Engle; mindandlife.org.

En la Neurociencia afectiva existe el principio fundamental de que nuestras emociones no son respuestas a situaciones objetivas, sino respuestas a lo que creemos que está ocurriendo, interpretaciones de lo que está sucediendo en el mundo.

«Emociones» no existe como tal en la lengua tibetana, que es en la cual se ha traducido de forma fidedigna la Psicología Budista proveniente de la Tradición Nalanda de India. La Ciencia Budista de la mente hace una distinción entre lo que se llaman «aflicciones mentales» (Tib. ཉོན་མོངས་ nyon möng) y los estados mentales virtuosos (Tib. དགེ་བའི་སེམས་ ge we sem). Los primeros son aquellos que denominaríamos «emociones negativas o destructivas», y los segundos serían aquellos positivos, saludables o constructivos. Es crucial señalar que cuando hablamos de constructivo/positivo o destructivo/negativo, se refiere al bien o al mal que causan a uno mismo y a los demás.

Comencemos con las emociones destructivas: Una aflicción mental es un factor mental cuya función es la de perturbar el continuo mental de la persona en la cual ocurre, y tiene la característica de ser totalmente perturbador. Si la mente está afligida, por definición carece de paz. Algunos ejemplos de aflicciones son el apego, el enfado, el orgullo, la envidia… siendo siempre la ignorancia su raíz en la Psicología Budista.

Por el contrario, los estados mentales virtuosos son aquellos que producen nuestra tan deseada felicidad. Más adelante, exploraremos la forma en que operan algunas de las aflicciones principales que nos atormentan en la vida cotidiana, conjuntamente a las virtudes que obran como sus antídotos y nos procuran alegría y paz.

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Un abrazo amoroso desde Dharamsala 🤍

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