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El segundo pensamiento inconmensurable: La compasión

Sobre la autora

Melisa Biondi Vázquez (Tenzin Phurdrön), nacida en Buenos Aires, Argentina, es Psicóloga Clínica con Posgrado en Psicología Transpersonal. Reside en India desde 2015, donde se dedica al estudio de la Psicología y la Filosofía Budistas en la Tradición Tibetana.
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El segundo de los cuatro inconmensurables es el de la compasión (sánscr. 𝘬𝘢𝘳𝘶𝘯𝘢; Tib. སྙིང་རྗེ་ nyin je). En la Psicología Budista la compasión es el deseo de que todos los seres sintientes sean libres del sufrimiento y sus causas

No solamente es el mero deseo, sino que la compasión incluye la determinación de actuar de las formas que nos sean posibles de acuerdo con nuestra capacidad para aliviar el sufrimiento percibido. Por eso es que la compasión está sostenida por el coraje, y a su vez lo nutre. Se precisa valentía tanto para ver el sufrimiento existente, como para abrir el corazón y que nos importe lo suficiente para querer apaciguarlo, incluso si no está a nuestro alcance en este momento.

Te comparto algunas formas de cultivar la compasión inconmensurable:

Meditar en la compasión como una aspiración es pensar una y otra vez: «Qué maravilloso sería si todos los seres sintientes fueran libres del sufrimiento y sus causas…»

Meditar en la compasión como una oración es pensar repetidamente: «Que todos los seres sintientes sean libres del sufrimiento y sus causas…»

Meditar en la compasión como una intención superior (especialmente para practicantes del Budismo Mahayana) es pensar reiteradamente: «Yo seré quien guíe a todos los seres sintientes a ser libres del sufrimiento y sus causas»

Podemos meditar en estas formas como una secuencia, incluyéndolas todas, incluyendo dos, o solamente una con la que nos sintamos más cómodos. Es imprescindible practicar de acuerdo a nuestras aspiraciones y disposiciones mentales, y no forzarnos a cultivar aquello con lo que no nos sintamos cómodos de momento, o para lo que aún no contemos con suficientes razones. También meditar en la compasión —al igual que en el amor— puede hacerse de forma incremental, empezando por uno mismo, siguiendo por nuestro círculo de seres más cercanos y expandiendo exponencialmente la cantidad de seres sintientes hasta abarcarlos mentalmente a todos.

«A partir del cultivo de la compasión uno experimenta un poder especial en la mente que lo vuelve hábil para enfrentar cualquier problema»

Geshe Lobsang Chögyal Rinpoche

Algunos beneficios de la compasión —apoyados tanto por la experiencia de meditadores avanzados y la evidencia neurocientífica actual— son:

La reducción del miedo y la ansiedad

El incremento de la autoconfianza

La mejora de nuestra conexión con los demás

El ofrecimiento de propósito y significado

El aumento de la resiliencia

Mi maestro Geshe Lobsang Chögyal Rinpoche nos ha explicado cómo a través del cultivo de la compasión uno experimenta un poder especial en la mente que lo vuelve hábil para enfrentar cualquier problema.

En mi incipiente experiencia con la práctica de la compasión he notado la veracidad de sus palabras. Cuando experimento dolor físico agudo o angustia, el cultivo de la compasión es una de las medicinas que he encontrado como más eficaces para atenuar la intensidad de mis desdichas personales. El corazón se expande como un cielo generoso, y la pena individual se relativiza y mitiga.

Al principio, los beneficios que uno experimenta puede que sean pequeños y efímeros, pero con la práctica pueden pasar de ser 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰𝘴 (transitorios) 𝘢 𝘳𝘢𝘴𝘨𝘰𝘴. La compasión puede llegar a ser la cualidad que nos caracterice, nuestra naturaleza, nuestra disposición interna y de comportamiento habitual. Cientos de estudios neurocientíficos respaldan esta noción, y tantos más registros de la experiencia contemplativa de personas comprometidas con la práctica sostenida de la meditación en compasión.

———-

Con la compasión no solamente les deseamos a los seres sintientes que sean libres del sufrimiento, sino también de sus causas. 

Todos los seres sintientes padecen de diferentes tipos de sufrimiento, algunos más burdos y otros menos evidentes. Con la compasión no solamente les deseamos que sean libres de todo sufrimiento, sino también de sus causas: el enojo, apego y la ignorancia en la mente.

Deseamos que sean libres de la avaricia, de la ansiedad, de la autoestima baja, de la arrogancia, de la soledad, de lo que sea que está afligiendo su mente que los hace cometer acciones destructivas.

Cuando tenemos compasión por nosotros también queremos ser libres de nuestra falta de consideración hacia otros, de nuestra avaricia, y de todas las formas de pensar, actuar y hablar que causan tormento para nosotros y para otros.

Te invito a respirar profundamente tres veces, centrándonos en este momento presente, y a cultivar compasión juntos por unos instantes 🧘

𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘭𝘪𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘺 𝘴𝘶𝘴 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢𝘴

𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘭𝘪𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘺 𝘴𝘶𝘴 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢𝘴

𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘭𝘪𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘺 𝘴𝘶𝘴 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢𝘴

Que  sea de beneficio este compartir. Abrazo amoroso desde Dharamsala 🤍

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